qué

Qué? 11-nov-09

Que no me cuenten historias sin retorno.

Que no me digan como me siento ni que me indiquen el camino.

Que ni lo intenten.

Que me dejen tranquilo y me respeten.

Que nadie me venga y que me diga qué he de hacer con mis miserias,

con mis penurias o mis penas.

Que no me salven.

Que no me expliquen la vida…que ya la veo en sí misma (si me fijo).

Que nadie intente en su miseria, hacer de mi vida su reclamo.

Que no me usen ni me muestren las distancias.

Que no soy nadie, pero menos aun yo no soy nada.

Que no me fuercen, que me irrito.

Que no me cuenten más milongas.

Que ya estuve allí sin saber nada…y que de allí salí mucho más torpe.

Que no me jodan….que me crezco.

Que cuanto más me presionan (como a un grano)…más fiero me siento,

más me defiendo.

Como gato panza arriba.

Que nadie me tome por el tonto.

Que no soy tanto.

Que nadie toque mis cojones a deshora.

Que no soy tonto.

El desánimo.-

Hoy me encontré con el desánimo de frente. Cara a cara.

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Con su cuerpo frío y plano, el espejo me sirvió como herramienta tranquilizadora.

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Encendí las dos bombillas que lo coronan, y apoyándome en el lavabo me miré fijamente a los ojos.

A mis propios ojos.

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Y en cuanto el miedo diluyó en la imagen reflejada todo su poder, mi alma quedó totalmente expuesta a mi criterio.

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La experiencia que denota cada arruga, me meció en los brazos de una extraña confianza.

Una certeza.

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Nada de mi imagen reflejada, podría hacerme daño si miraba atentamente.

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Y nadie iba a mirar al mismo tiempo, pues estaba cara a cara.

Estaba solo.

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Y aunque me siento acompañado aun sin haber nadie.

Me siento en soledad entre las masas.

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Mírate al espejo.

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Las malas sensaciones (Las malas cosas).-

Las malas sensaciones (Las malas cosas).-

Soy muy eficaz. Hay veces, en las que resulto extremadamente solvente. No económicamente, sino desde un punto de vista más de cara a la perfección. No digo que yo lo sea (perfecto). Pero sí que evalúo (en ocasiones)… éste delicado parámetro. Y acabo siempre con una contundente sonrisa que me reafirma en lo que a autoestima se refiere. Creo que nunca me he defraudado a mí mismo. Puede que a otros, sí, seguro. Sin embargo, hay gente que me hace sentirme así en ocasiones. Defraudar a tu entorno… es sencillo. Demasiado. Y más si ese entorno, es el que te lo pone difícil…imposible. Pero puestos a perderse en las palabras, prefiero hacerlo en ese contexto de dificultad, en esa empírica implacable del… error/ensayo. Al fin y al cabo, no dejan de ser contextos en los que no tienes por qué reparar necesariamente. Y no es mejor dejarse llevar. La inseguridad es una mala sensación. Es una manera de encerrarse con motivos. Una coartada perfecta. Pero no hay nada que ganar. No cuando pierdes libertad en tu vida. Cuando todo es tan perfecto que te aburres. Y entonces aparecen los momentos, en los que, de eficaz, tengo poco. La solvencia…desaparece y me vuelvo torpe, arisco y aburrido. Y acabé.

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¡Ah! no. Lo voy a joder con unas rimas. (Es por ir dándoles salida). Me da pena guardarlas.

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Y esto con una buena música…

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Por cierto, lamento el formato todo junto (que se escribe separado), pero creo que así os tenéis que concentrar más, y os coméis más la cabeza.

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Todo lo que sea facilitaros la lectura…, je je.

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(Lo que hace el aburrimiento)

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Tengo marionetas por el cuerpo

tengo una alojada en cada brazo

en las piernas otras dos creo que llevo

Una marioneta en cada miembro.

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Siento cada uno de sus hilos

siento cómo surcan este cuerpo,

cómo me atraviesan dominando…

la escasa voluntad que siempre tengo.

Con un pijama de besos.- 2-abr-09

Si con mil besos pudiera

hacerte un pijama de noche

encontrar la costurera

podría ser un problema

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Porque a ver cómo se cosen

y se hilvanan sin que duelan

o hacemos que los botones

por los ojales se metan.

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Cosidos con alfileres

los labios que a bien tuvieran

recorrerían tu cuerpo

con el tacto de mil lenguas.

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Una por cada poro

desde tu cuello a tus piernas

y recorriendo por dentro

las zonas más indefensas.

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beso el telar por mil veces

para crear de esta tela

el patrón que más se ajuste

al perfil que te rodea.

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Yo no lloro nunca.-

Pulsa play...

(el prólogo)

Me embrutecieron sus manos, delicadas y notablemente frágiles.

Daban ganas de dejarse llevar por las ganas de apretarlas.

Ganas de dejarse ganar o no ganar nada.

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Quizás…

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Una bocanada de aire limpio, lleno de cosas que se meten en los ojos.

Cosas que te arrancan la hiel que envuelve a los sentimientos.

Y cosas… de esas que hacen llorar.

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(la chulería)

Yo no lloro nunca.

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(la excusa)

Pero a veces me entran partículas de tan diversa granulometría…

…que aprender a archivarlas en pestañeos, resulta imposible.

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Así que ya no pestañeo.

Es la única manera de llorar.

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(introducción a la parte rimada)

No escatimar en ternura

es derrochar amabilidad.

Más de uno le llamaría amor.

Pero es más importante fijarse de una vez en estas cosas.

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(parte rimada)

Deliciosa me resulta

cada charla distendida

cada mano que se mueve

y cada ojo que me mira.

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(cambio de tercio)

Cuando sus uñas brillaban bajo la luz del sol, mis ojos parpadeaban, espantando esas moscas aburridas.

Esas que vuelan pesadas…y en círculos previsibles e hipnóticos.

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Nadie sabe la fórmula del complemento a las palabras.

(la metáfora)

Nadie conoce del todo el curso del río, pues con las crecidas, éste se muestra extenso y caprichoso.

Brutal y violento, moviéndose rápidamente eligiendo sus caminos al azar.

Arrasando con todo lo que permanecía estático en sus orillas hasta entonces.

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(elemento al azar)

No hay mejor complemento, que lo que la química de las hormonas al acercarse provocan.

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(vuelta al tercio)

No hay mejor complemento para las moscas, que el azúcar.

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(vuelta a la metáfora)

En ocasiones, el río, al desbordarse, inunda plantaciones enteras de caña de azúcar, y su sabor se mezcla dulce.

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Otra obviedad…lo sé.

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(la exageración)

Pero desde hace mil horas, mis axilas han empezado a sudar terrones de azúcar.

Me siento tan pegajoso…que me dan arcadas.

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Noto como tanto almíbar, se cuela por las rendijas que aún me quedan.

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(metáfora versus excusa)

Se sufre menos sin parpadear en la vida.

Pero no se puede vivir sin sufrir o sin pestañear.

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Vaya…

…creo que he cerrado los párpados. Buenas noches.-

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(final abierto)

…

Es mi oquedad.-

2009-01-18

Me abastezco de tantas cosas, que en realidad no me privo de nada.
Ahora he descubierto un resquicio entre los dos universos.
El de la luz, y el de la noche.
Un hueco tan pequeño y aislado, que alberga un mundo entero.
Un mundo oscuro, pero sobradamente luminoso.
Con esa pequeñez escueta en la que todo cabe.
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No es un mundo perfecto.
No es ningún coto privado.
Es mi oquedad.
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La lleno con mi vacío.
Con el vacío que siento.
Y este gran hueco, que es mío,
es mi pequeño planeta.
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Me muevo cuando pienso

Me muevo cuando pienso.- 15-ene-09

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Sentado en este trono giratorio, me muevo por el mundo entero.

Cierro los párpados y accedo al nuevo territorio de lo oculto.

Junto mis manos y entrelazo los dedos.

Es una curiosa disciplina, pues no se sabe qué se va a conseguir.

Tan sólo te desplazas.

Pero es como si rezaras.

(Lo digo por la postura, claro)

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¿Otra forma de moverse por los abismos?

Por ejemplo, los abismos que se abren cuando no se coge el móvil.

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El monasterio que resulta del aislamiento, no permite la entrada de elementos tan ajenos como una llamada.

Y como buen creyente, me protejo de la afrenta con la ignorancia.

Pero no la de ignorar la llamada, sino la de ignorar al que llama.

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¿Sabéis que ignorar una cosa, no te exime de la culpa?

Lo he leído en la Wikipedia.

Eso es peor que lo que dice La Biblia. Los últimos serán los primeros.

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Resulta que tenemos que ser versados en las verdades de la vida.

Resulta, que tenemos que saberlo todo.

Resultamos autosuficientes a nivel de usuario.

Y eso nos convierte en los culpables.

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Eso nos impregna de una culpa, la de no hacer nada.

La de no saber qué hacer.

¿Y eso es culpa?

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Me aburro en este pasillo laboral en el que se convierte la vida casi siempre.

Es tan primario y decadente.

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Me siento tan idiota mercadeando con mis habilidades.

Vendiéndome disfrazado de jardinero, joyero o transportista para conseguir dos cosas…

La satisfacción en la cara del “cliente”, y el dinero.

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Es tan humillante.

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Podría trabajar gratis si pudiera hacer lo que quisiera.

Convertiría los jardines públicos en enormes explosiones visuales.

Con setos de ebónimus entrando y saliendo de un mar de césped.

Con photineas de hojas rojas como escamas.

Como si un dragón se moviera entre dos mundos.

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Lo haría gratis si no tuviera que prostituirme para comprar comida y techo.

El derecho a una vivienda digna, es algo a lo que nadie parece darle importancia. Aunque es para fijarse.

Pero vamos, no voy yo ahora a recordarte la constitución.

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Podría con mis manos, modelar de plata y oro, multitud de bocetos para que alguien fuera feliz con la creación. Y también lo haría gratis.

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Modelaría en papel de seda, mil y una lámparas de hojas secas,

que rebusco entre los bosques de esta Tierra.

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Cuidaría niños a cambio de sus sonrisas, mientras sus padres disfrutaban trabajando también gratis en tareas que les llenen.

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Y lo haría cada día de mi vida,

pues las cosas que a uno agradan…

borran de manera trabajada,

vivir de treinta, en treinta días.

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Casi nada.

Salud.-