domingo, 16 de agosto de 2009

El desánimo.-

Hoy me encontré con el desánimo de frente. Cara a cara.

.

Con su cuerpo frío y plano, el espejo me sirvió como herramienta tranquilizadora.

.

Encendí las dos bombillas que lo coronan, y apoyándome en el lavabo me miré fijamente a los ojos.

A mis propios ojos.

.

Y en cuanto el miedo diluyó en la imagen reflejada todo su poder, mi alma quedó totalmente expuesta a mi criterio.

.

La experiencia que denota cada arruga, me meció en los brazos de una extraña confianza.

Una certeza.

.

Nada de mi imagen reflejada, podría hacerme daño si miraba atentamente.

.

Y nadie iba a mirar al mismo tiempo, pues estaba cara a cara.

Estaba solo.

.

Y aunque me siento acompañado aun sin haber nadie.

Me siento en soledad entre las masas.

.

Mírate al espejo.

.